Orígenes del Modernismo



Para entender este movimiento artístico, es necesario analizar el contexto socio-económico que lo envolvió.
Imagínense una Europa en plena Revolución Industrial (finales siglo XVIII), con todo lo positivo y negativo que conlleva. Por un lado tenemos las nuevas fábricas produciendo los artículos en serie, y una máquina de vapor capaz de transportarlos a cualquier lugar. En el lado negativo, un éxodo masivo del campo a las ciudades en busca de trabajo (siempre precario), con pésimas condiciones de salubridad.
En la última década del siglo XIX, en Inglaterra, nace un movimiento que se opone a la creciente mecanización de la sociedad, a los objetos hechos en serie que han perdido toda personalidad, conocido como Arts and Crafts. Este colectivo reivindicará la creatividad y la imaginación del artista en detrimento de la máquina,  recuperando el valor del trabajo artesanal por encima de la mecanización.
Los modernistas quieren aprovechar las ventajas técnicas que les proporciona esta Revolución, pero sin perder de vista la tradición y la belleza. Este movimiento se extendió con rapidez por la mayor parte de Europa, llegando incluso a algunos países de América (colonias europeas), como es el caso de Cuba.
En Inglaterra se conoció como Modern Style (Mackintosch -Glasgow), en Francia como Art Nouveau o Art Déco (Guimard - París), en Bélgica (V: Horta) como Arte Floreale, en Italia (Sommaruga y Aronco) como Liberty, y en Alemania (Van der Velde, Obrist i Endell) como Judjenstil.

El modernismo se convertiría en la obra de arte total. Es decir, era tal la obsesión de los modernistas por integrar arquitectura y decoración, que las artes consideradas menores hasta entonces, como la orfebrería, la ebanistería, la cristalería, la forja… fueron un pilar fundamental para la construcción de edificios.
Podríamos resumir el modernismo como el movimiento artístico que se opuso a la maquinización y transformación de las ciudades por culpa de la revolución industrial, pero que alcanzó progresos técnicos insospechados antes de esta industrialización. Un arte contradictorio que añoraba un pasado sin máquinas que ya no volvería, con los ojos puestos en las formas puras de la naturaleza como modelo de belleza suprema.

Lorena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario